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Orgullo, lealtad y entusiasmo definen la profesión veterinaria, según el veterinario y escritor Gonzalo Giner

El veterinario y escritor Gonzalo Giner, fué el encargado de la ponencia inaugural de esta edición del congreso de la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina (ANEMBE), que se celebró del 24 al 26 de abril en la ciudad catalana de Lleida

Miércoles, 8 de mayo de 2013

Como cada año, ha vuelto a quedar patente el éxito del congreso anual que organiza la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España (ANEMBE). En esta ocasión, el marco elegido fue el Palacio de Congresos de Lleida, La Llotja, que acogió a más de 500 congresistas del 24 al 26 de abril.

Gracias a la exposición comercial, los asistentes pudieron conocer de primera mano las novedades de las empresas y laboratorios del sector. Además, el día 24 de abril tuvieron lugar los simposios de empresa y visitas a granjas lecheras y de cebo.

La ponencia inaugural de la XVIII edición del congreso de ANEMBE corrió a cargo del veterinario y escritor Gonzalo Giner (en la imagen), quien hizo hincapié en que la Veterinaria es una profesión de entusiastas e idealistas y la definió con tres palabras: orgullo, lealtad y entusiasmo: Orgullo de mirar al pasado y ver las espectaculares mejoras que han tenido lugar en la producción, genética, calidad de leche, sanidad y profesionalidad de nuestros ganaderos; lealtad a hacer bien aquello con lo que uno se ha comprometido y hacerlo incluso es circunstancias desfavorables y cambiantes; y entusiasmo por una profesión en una sociedad en permanente cambio, que nos exigirá predecir bien cómo será el futuro para dirigirnos en esa dirección.

Resistencia a antimicrobianos

Cristina Muñoz, de la Agencia Española del Medicamento, empezó su ponencia, recalcando que la salud es única y no se puede distinguir entre salud humana y veterinaria. Explicó que las autoridades y agencias europeas identificaron la necesidad de una estrategia común para valorar y afrontar el problema de la resistencia a los antimicrobianos y decidieron establecer Plan de Acción sobre Resistencias Antimicrobianas en el que se incluyen las 12 acciones clave que en cinco años deben ejecutarse en medicina humana y veterinaria (2011-2015).

Para llevar a cargo la coordinación de la recogida de datos, que la Comisión Europea encargó a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en 2009, la EMA creó la Red Europea de Vigilancia Veterinaria de consumo de antimicrobianos (ESVAC), que en España se inició en 2010 con el objetivo de establecer un perfil de riesgo en relación con las resistencias antimicrobianas, realizar una evaluación de riesgo en relación al uso de antimicrobianos, establecer medidas para controlar el riesgo basadas en las conclusiones de los dos puntos previos, valorar el impacto de las medidas tomadas respecto al uso prudente e identificar los patrones de usos de antimicrobianos en cada estado miembro, para controlar aquellos considerados como de importancia crítica en medicina humana por la OMS.

Programas sanitarios en tiempos de crisis

Ignacio Arnáiz, del laboratorio de sanidad y producción animal de Galicia, analizó la importancia de los programas sanitarios y cómo les afecta la crisis económica que estamos sufriendo. Arnáiz cree que hay recursos suficientes para financiarlos: europeos, estatales, autonómicos y del ganadero. Es muy importante que el ganadero se haga partícipe de los gastos, ya que es el beneficiario final de los programas, y que las subvenciones vayan dirigidas a explotaciones con viabilidad real, apuntó Arnáiz.

Puso sobre la mesa las consecuencias del abandono de los programas sanitarios: el aumento de las patologías en los rebaños, las pérdidas en la producción, la frustración y desmotivación de los ganaderos y los veterinarios, la pérdidas de las inversiones iniciales, el retroceso de varios años en recuperar el estatus conseguido y la disminución de la vigilancia activa realizada por los veterinarios de campo implicados en los programas sanitarios.

Por este motivo se deben optimizar bien los recursos, tanto humanos como materiales, y establecer buenas estrategias de control ajustadas a la realidad de la región.

Hizo mucho hincapié en la formación, que la considera la pieza clave de cualquier programa de control. Para Arnáiz, esta formación debe centrarse en el veterinario como garante de la sanidad animal, ya que será el encargado de trasmitir estos conocimientos al ganadero. El desconocimiento de la enfermedad a tratar y de sus herramientas de diagnóstico y control es la principal causa del aumento de costes en los programas de control.

Así mismo, insistió en la necesidad de dar un enfoque regional cuando se implementa un programa de control, recogiendo las particularidades socioeconómicas y de producción de cada región. Terminó subrayando que es mucho mejor la continuidad de un programa sanitario, aunque sea de baja intensidad, ya que será mucho más rentable que su abandono total.

FUENTE: PORTAL VETERINARIA ALBÉITAR